En el estado de Puebla, tres de cada 10 mujeres son madres adolescentes, informó Rogelio González, responsable del departamento de Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud local (Ssa).
El funcionario alertó que los embarazos en menores de 20 años representan un grave problema de salud pública en la entidad, pues la cifra en lugar de reducir ha aumentado.
De acuerdo con datos recabados por este diario en marzo de 2009 en la coordinación estatal de Planificación Familiar de la Ssa, de 2001 a 2008, los embarazos en mujeres de 12 a 19 años crecieron de 5 mil 575 a 12 mil 835.
El estudio “Perfil Sociodemográfico de la Población Joven en Puebla”, realizado por el Consejo Estatal de Población (Coespo) en 2009, revela que al año unos 29 mil 150 jóvenes de 15 a 24 años inician su vida sexual sin utilizar ningún método para evitar el embarazo o el contagio de una enfermedad.
Dicho estudio alerta que casi la mitad de los 111 mil nacimientos que ocurren anualmente en la entidad suceden en mujeres de entre 15 y 24 años, pero de este total, 21 por ciento no son deseados.
De acuerdo con la información recabada por el Coespo en todo el estado, el 17 por ciento de las féminas que quedaron preñadas quería esperar más tiempo para ser madres y un 4 por ciento de ellas no deseaba tener un hijo.
La inadecuada información que todavía prevalece en la población juvenil poblana sobre temas de sexualidad y salud reproductiva ha provocado que en el estado ocurran en promedio cinco abortos inducidos al día.
Según el Coespo, en 2005 se registraron 46 mil 800 abortos en mujeres de entre 15 y 24 años, de éstos, 4 mil 212 fueron inducidos, 336 se realizaron a través de parteras y comadronas, mientras que el resto fue espontáneo.
En Puebla, seis de cada 10 abortos se practican en consultorios privados, allí se incluyen los que operan de manera clandestina, los cuales no cuentan con condiciones higiénicas adecuadas ni tampoco con personal capacitado, sólo una cuarta parte de ellos se realiza en clínicas de la Secretaría de Salud local.
Los riesgos
Liliana Martínez Peñafiel, jefe del departamento de Neurobiología del Desarrollo, del Instituto Nacional de Perinatología, advirtió que ser madre en la adolescencia genera varios riesgos para la salud, pues en esta etapa el cuerpo de la mujer aún no ha terminado de desarrollarse.
“La mujer tendrá que meter todos sus nutrientes que eran para ella para el nuevo producto, lo cual no siempre va alcanzar porque el adolescente no se nutre de forma adecuada y eso genera defectos al nacimiento no sólo funcionales como niños prematuros, sino estructurales como malformaciones como defectos del tubo neural, es decir, nacimientos de niños sin cerebro, por ejemplo”, explicó.
También, abundó, pueden registrar procesos infecciosos, porque la mayoría de las mujeres que se embarazan en la adolescencia no notifican a tiempo que están esperando un bebé o no se dan cuenta.
Incluso, subrayó, pueden fallecer durante el proceso de parto, porque hay mayor riesgo de que desarrollen preeclamsia o eclampsia, debido a que muchas no están bien nutridas.
El funcionario alertó que los embarazos en menores de 20 años representan un grave problema de salud pública en la entidad, pues la cifra en lugar de reducir ha aumentado.
De acuerdo con datos recabados por este diario en marzo de 2009 en la coordinación estatal de Planificación Familiar de la Ssa, de 2001 a 2008, los embarazos en mujeres de 12 a 19 años crecieron de 5 mil 575 a 12 mil 835.
El estudio “Perfil Sociodemográfico de la Población Joven en Puebla”, realizado por el Consejo Estatal de Población (Coespo) en 2009, revela que al año unos 29 mil 150 jóvenes de 15 a 24 años inician su vida sexual sin utilizar ningún método para evitar el embarazo o el contagio de una enfermedad.
Dicho estudio alerta que casi la mitad de los 111 mil nacimientos que ocurren anualmente en la entidad suceden en mujeres de entre 15 y 24 años, pero de este total, 21 por ciento no son deseados.
De acuerdo con la información recabada por el Coespo en todo el estado, el 17 por ciento de las féminas que quedaron preñadas quería esperar más tiempo para ser madres y un 4 por ciento de ellas no deseaba tener un hijo.
La inadecuada información que todavía prevalece en la población juvenil poblana sobre temas de sexualidad y salud reproductiva ha provocado que en el estado ocurran en promedio cinco abortos inducidos al día.
Según el Coespo, en 2005 se registraron 46 mil 800 abortos en mujeres de entre 15 y 24 años, de éstos, 4 mil 212 fueron inducidos, 336 se realizaron a través de parteras y comadronas, mientras que el resto fue espontáneo.
En Puebla, seis de cada 10 abortos se practican en consultorios privados, allí se incluyen los que operan de manera clandestina, los cuales no cuentan con condiciones higiénicas adecuadas ni tampoco con personal capacitado, sólo una cuarta parte de ellos se realiza en clínicas de la Secretaría de Salud local.
Los riesgos
Liliana Martínez Peñafiel, jefe del departamento de Neurobiología del Desarrollo, del Instituto Nacional de Perinatología, advirtió que ser madre en la adolescencia genera varios riesgos para la salud, pues en esta etapa el cuerpo de la mujer aún no ha terminado de desarrollarse.
“La mujer tendrá que meter todos sus nutrientes que eran para ella para el nuevo producto, lo cual no siempre va alcanzar porque el adolescente no se nutre de forma adecuada y eso genera defectos al nacimiento no sólo funcionales como niños prematuros, sino estructurales como malformaciones como defectos del tubo neural, es decir, nacimientos de niños sin cerebro, por ejemplo”, explicó.
También, abundó, pueden registrar procesos infecciosos, porque la mayoría de las mujeres que se embarazan en la adolescencia no notifican a tiempo que están esperando un bebé o no se dan cuenta.
Incluso, subrayó, pueden fallecer durante el proceso de parto, porque hay mayor riesgo de que desarrollen preeclamsia o eclampsia, debido a que muchas no están bien nutridas.
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