Dos figuras icónicas de la izquierda mexicana, la escritora Elena Poniatowska y la feminista Marta Lamas, estuvieron ayer en Puebla para apoyar la campaña de Josefina Buxadé Castelán, candidata ciudadana de la coalición Compromiso por Puebla a la diputación por el distrito electoral V. Las tres coincidieron en que es vital impulsar leyes y programas que ayuden a la recuperación de las instituciones por parte de los ciudadanos.
El trío también, al lado de Martha Erika Alonso, esposa de Rafael Moreno Valle, postulante a gobernador del frente opositor, protagonizó un foro sobre los derechos de las mujeres en la casa de lectura Profética, al cual acudieron principalmente intelectuales, activistas, estudiantes y militantes de la izquierda poblana.
En ese marco, Lamas manifestó que son innegables las diferencias ideológicas y programáticas de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Nueva Alianza y Convergencia, pero adujo que hay coincidencias y trechos que pueden caminarse juntos para lograr el cambio democrático que Puebla precisa.
“En esos puntos en los que estamos de acuerdo debemos trabajar ahora, aunque seguramente después, cuando se llegue al gobierno, habrá jalones de cabellos entre los integrantes de Compromiso por Puebla, pero al menos se habrá refrescado el ambiente político y del servicio público”, expresó la investigadora.
Por su parte, Poniatowska destacó el talante ciudadano de Buxadé Castelán y manifestó que su trayectoria profesional y de servicio público ha sido pulcra e intachable: “su nombre –abundó–, está íntimamente ligado a la transparencia, a la rendición de cuentas y a la búsqueda de un buen gobierno”.
Lamas inició su intervención hablando de la discusión que en muchos países hay sobre la intervención del Estado para garantizar los derechos y el bienestar de sus sociedades. Puso como ejemplo el caso de Inglaterra, donde se puso en marcha el esquema meat on wheels o comida sobre ruedas, mediante el cual se entregaban viandas en los hogares de personas que no podían desplazarse a los comedores o prepararse sus alimentos por sí mismas.
En esa lógica, se refirió a la necesidad de empatar el horario laboral de las mujeres con el de las escuelas con el fin de que las madres no estén presionadas por recoger al mediodía a sus hijos y tenerlos que llevar unas horas a sus centros de trabajo, con el consecuente estrés y el deterioro de la calidad de vida de los pequeños y de ellas.
Buxadé Castelán expresó por su lado que es una ciudadana que no milita en ningún partido y que aceptó la candidatura que le ofreció Acción Nacional, porque considera que es posible una participación intensiva, sincera, comprometida y honesta en la política, sin que esto implique sectarismos ni sellos partidistas, si no sólo la vocación de servicio a la sociedad.
El acto se transformó en un diálogo en el que participaron voces tan disímbolas como la de la activista poblana Catalina Pérez Osorio y el padre de Rafael Moreno. En que estudiantes manifestaron su preocupación por los espacios reconocidos para la mujer, en el que César Arteaga, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica, propuso más foros para discutir los temas de la agenda pública y en el que algunos artistas, como Lombardo Quero, sugirieron que más ciudadanos se incorporen a la vida política profesional, “para que la limpien de una vez por todas”.
El trío también, al lado de Martha Erika Alonso, esposa de Rafael Moreno Valle, postulante a gobernador del frente opositor, protagonizó un foro sobre los derechos de las mujeres en la casa de lectura Profética, al cual acudieron principalmente intelectuales, activistas, estudiantes y militantes de la izquierda poblana.
En ese marco, Lamas manifestó que son innegables las diferencias ideológicas y programáticas de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática, Nueva Alianza y Convergencia, pero adujo que hay coincidencias y trechos que pueden caminarse juntos para lograr el cambio democrático que Puebla precisa.
“En esos puntos en los que estamos de acuerdo debemos trabajar ahora, aunque seguramente después, cuando se llegue al gobierno, habrá jalones de cabellos entre los integrantes de Compromiso por Puebla, pero al menos se habrá refrescado el ambiente político y del servicio público”, expresó la investigadora.
Por su parte, Poniatowska destacó el talante ciudadano de Buxadé Castelán y manifestó que su trayectoria profesional y de servicio público ha sido pulcra e intachable: “su nombre –abundó–, está íntimamente ligado a la transparencia, a la rendición de cuentas y a la búsqueda de un buen gobierno”.
Lamas inició su intervención hablando de la discusión que en muchos países hay sobre la intervención del Estado para garantizar los derechos y el bienestar de sus sociedades. Puso como ejemplo el caso de Inglaterra, donde se puso en marcha el esquema meat on wheels o comida sobre ruedas, mediante el cual se entregaban viandas en los hogares de personas que no podían desplazarse a los comedores o prepararse sus alimentos por sí mismas.
En esa lógica, se refirió a la necesidad de empatar el horario laboral de las mujeres con el de las escuelas con el fin de que las madres no estén presionadas por recoger al mediodía a sus hijos y tenerlos que llevar unas horas a sus centros de trabajo, con el consecuente estrés y el deterioro de la calidad de vida de los pequeños y de ellas.
Buxadé Castelán expresó por su lado que es una ciudadana que no milita en ningún partido y que aceptó la candidatura que le ofreció Acción Nacional, porque considera que es posible una participación intensiva, sincera, comprometida y honesta en la política, sin que esto implique sectarismos ni sellos partidistas, si no sólo la vocación de servicio a la sociedad.
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