El Congreso local aprobó con el respaldo de las bancadas del PRI, PRD, Panal y PT una reforma al artículo 2 de la Constitución estatal, que le da a Puebla la característica de estado laico para reforzar la separación entre los asuntos públicos y los religiosos en las acciones de gobierno.
La diputada priista Rocío García Olmedo, quien fue la principal impulsora del proyecto, explicó que la enmienda facilitará la aprobación de iniciativas que defienden las garantías sociales, entre las que se encuentran las sociedades de convivencia, maternidad subrogada, paternidad responsable y matrimonios entre personas del mismo sexo.
Los legisladores del albiazul votaron en contra, al acusar que la iniciativa pretende revertir la reforma contra el aborto que aprobó esta Legislatura el año pasado, además de que impulsará proyectos que “atentan contra la familia”.
La propuesta se aprobó con 31 sufragios a favor y ocho en contra a menos de tres meses de que cambie la correlación de fuerzas dentro del Congreso a favor del PAN, PRD, Panal y Convergencia, integrantes de la coalición Compromiso por Puebla y el gobierno del estado lo encabece el blanquiazul Rafael Moreno Valle Rosas.
La diputada priista Rocío García Olmedo propuso la modificación para ajustar el marco normativo del estado a la enmienda constitucional que la Cámara de Diputados aprobó en el mes de febrero pasado con el mismo objetivo de ratificar la laicidad del Estado mexicano.
García Olmedo explicó que era necesaria la reforma debido a que el concepto de estado laico sólo se consideraba en algunas leyes secundarias locales y en la normativa federal, más no en la Carta Magna del estado.
Una vez que la reforma sea ratificada por el Constituyente, que conforman los 217 cabildos de Puebla, el artículo 2 constitucional señalará que Puebla “adopta para su régimen interior la forma de gobierno republicano, representativo y laico, teniendo como base de su organización política y administrativa el Municipio Libre”.
“El diablo no nos va a jalar las patas”
La enmienda constitucional provocó en la sesión ordinaria de ayer un debate entre los legisladores que se prolongó casi dos horas, durante las cuales fueron recurrentes las referencias bíblicas, tanto para defender el proyecto como para reprobarlo.
Al fijar la postura de la bancada priista ante el pleno del Congreso, García Olmedo rebatió la postura de los legisladores albiazules al exponer que el Evangelio según San Mateo es el fundamento para el estado laico, porque “la respuesta de Jesús a los fariseos cuando lo increparon a propósito de pagar el tributo a Roma –fue– “Dad al César lo que es del César y a dios lo que es de dios”.
Además, aclaró que la laicidad “supone más que la separación del Estado y las iglesias, porque significa respeto por parte del poder público, de los derechos humanos; la no discriminación y el pleno reconocimiento de la pluralidad que se expresa en una sociedad democrática”.
García Olmedo –quien ha presentado iniciativas a favor de la maternidad subrogada, la paternidad responsable y las sociedades de convivencia– reforzó su planteamiento haciendo mención de un ensayo realizado por Alonso Lujambio, titular de la SEP federal, en el que éste refuta la idea de que el catolicismo fue motor en la fundación del partido en el poder a nivel federal.
El autor, precisó la priista, señala que las “anteojeras” con las que el fundador de Acción Nacional, Manuel Gómez Morín, observó el mundo político de mediados de la década de 1930 “no son las anteojeras del católico”, ya que “reconocía la frontera entre política y religión”.
El último argumento de García Olmedo enfureció a la coordinadora de la bancada del PAN, Leonor Popócatl Gutiérrez, quien en tribuna del Poder Legislativo acusó a su par del PRI de asumir “una postura ilícita” al utilizar un texto que, a su parecer, no guarda relación con el tema que se abordó.
De paso, culpó a los promotores del estado laico de impulsar “una cargada” a niveles internacionales para “hacer a un lado a las religiones y prohibir cualquier injerencia moral” con el objetivo de legislar “en contra de la vida y la familia”.
Los diputados Melitón Lozano Pérez e Irma Ramos Galindo, del Partido de la Revolución Democrática, así como José Manuel Benigno Pérez Vega y Manuel Fernández García, del PT, defendieron el proyecto de García Olmedo al coincidir que pondrá un alto a la intromisión de la iglesia católica en decisiones que competen únicamente al estado.
Manuel Fernández aprovechó su intervención para mofarse de la postura de sus homólogos del PAN, a quienes les recomendó no preocuparse por la reforma.
“No se mortifiquen, no nos va a jalar las patas el diablo, y nuestras conciencias pueden estar más que tranquilas porque sabemos que estamos haciendo lo correcto, estamos corrigiendo una omisión en la ley. Créanme, dormiremos bien”, apuntó irónico.
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